El ritmo habitual de la residencia comienza con el aseo de los residentes, a continuación, bajan a los comedores para tomar el desayuno. A partir de este momento, el resto del día lo pasan en los espacios comunes, como salones, talleres, patios, etc.
Tras el desayuno, se inicia el taller diario de comunicación, un repaso a la actualidad y un momento para repasar las normas de convivencia y responder a sus inquietudes. Al mismo tiempo, se realizan terapias individualizadas con los residentes que tienen más dificultades.
A partir de la una y media se inician los turnos de comida, un momento de relajación, siestas y las clásicas telenovelas. Después del descanso, vuelven a tener la oportunidad de participar en diferentes talleres acompañados por los animadores socioculturales, terapeutas,… hasta la hora de la cena.
Uno de nuestros objetivos principales es romper con la rutina, por lo que contamos con una amplia programación de actividades como visitas al zoo, salidas en las festividades, etc.